Con un poquito de restraso, aquí están los resultados
Aunque la mayoría los enrollamos en plastiquitos, no lo hacemos así todas.
En cambio sí que coind¡cidimos en guardarlos en una caja.
Yo los tengo en tres cajones de un mueble que conseguí recoger de una mercería.
Y sí, enrollados en plastiquitos.
Los "especiales", como pueden ser los metalizados, o los "satin"
los tengo además en unas diminutas bolsas de plástico,
especialmente porque se deshilachan un poco más fácilmente que los de algodón.
Pero cuando tengo alguna labor en marcha (que no suele ser nunca una sola)
los que uso en ese momento, los llevo en una cajita de plástico con compartimentos,
porque así llevo separadas en grupos los correspondientes a cada labor.
Un detalle que quizá parece una nimiedad, pero que a mí sí me ha parecido bastante importante,
es que, a la hora de enrollar las madejas en los plastiquitos,
pongo el número de referencia entre las dos ranuras,
de manera que al guardarlos tanto el número como las ranuras queden hacia arriba.
Y resulta mejor hacerlo así, porque si las ranuras quedan hacia abajo,
al colocar el plastiquito en medio de otros dos, es más fácil enganchar las hebras de los plásticos adyacentes.
Como veréis, os hablo desde mi propia experiencia, porque al principio los enrollaba "mal" (el marrón), hasta que dí con lo que a mi me parece mejor fórmula (el azul).
Así que, poco a poco, los voy corrigiedo......
Bueno,....... por lo menos así lo hago yo ;-)
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