Lo que está claro es que ya no voy a hacer planes (ni prometer "mañana sigo")...
Tal y como os comentaba, no fue en Volterra donde se rodaron las escenas de la reunión de Bella y Edward con los Vulturi, sino en Montepulciano.
Callejeando encontraremos fachadas como la del Palazzo Bucelli, con inscripciones etruscas y latinas
o la Torre dell'Orologio con el conocido personaje de teatro Pulcinella en la cima. Como dato curioso, contaros que la figura de Pulcinella está hecha de madera con revestimiento y ropa de hojalata.
Cuenta la leyenda que fue un obispo de Nápoles (pero no se sabe quien sería y en Montepulciano nunca hubo un obispo nacido en Nápoles o en Campania) quien hizo que fuera construida en el lugar donde hoy se puede contemplar.
Dino Garbini fue quien se encargó de dar cuerda al reloj a mano todas las tardes hasta que, siendo ya anciano, el reloj pasó a ser eléctrico. Pero muchos son aun los que recuerdan no sólo al señor Dino, sino también a su mujer, la señora Marisa.
Hoy la ventana debajo de Pulcinella está cerrada y sin las flores que regaba regularmente la señora Marisa.
La calle principal de Montepulciano, via Gracciano, se alarga durante 11 kilómetros y medio desde la Porta al Prato hasta la Piazza Grande en lo alto de la colina.
Y disfrutando de un giro de 360º, la podremos contemplar de esta forma
Del Duomo, o catedral de Santa María Assunta, os contaré que fue construida entre 1594 y 1680, y que incluye una obra maestra de la Escuela Sienesa, una gran tríptico con la Asunción de la Virgen, de Tadeo di Bartolo (1401).
El gran parecido que guarda el Palazzo Comunale con el Palazzo della Signoria de Florencia no es casual, puesto que así lo quiso Cosimo I dei Medici.
Diseñado por Antonio da Sangallo, el Pozzo dei grifi e dei leoni, está coronado por los leones que sostienen el emblema de los Medici.
Como seguramente habréis notado, no existe la fuente que en la película aparecía en el centro de la plaza. Lo único que hallaremos es el Pozzo dei grifi e dei leoni, en un rinconcito lado de la plaza
Seguimos perdiéndonos entre sus calles,
Hasta que de forma totalmente inesperada, desde un mirador, podemos disfrutar del espectacular atardecer sobre las colinas toscanas que aparece ante nosotros, con vistas sobre el Santuario de la Madonna di San Biagio, en las afueras de la ciudad, que es un típico edificio toscano del siglo XVI.
Pero pronto anochecerá, así que perezosamente vamos recorriendo las últimas callecitas para despedirnos del lugar.
Por último contaros que, mientras me estaba documentando para esta entrada, he podido saber que otras películas han sido rodadas allí en parte, de las que podríamos reconocer más fácilmente El paciente inglés o Bajo el sol de la Toscana
Y con esto os deseo buenas noches, espero que hayáis disfrutado del paseo :-)